¿Plantando o reciclando iglesias?
Según el Pew Research la población hispana en los estados unidos en este momento se acerca a los 60 millones, teniendo en cuenta que durante la década del 2008 al 2018 los latinos representaron un 52 por ciento del crecimiento de la población en este país. Básicamente el crecimiento de la población latina en los Estados Unidos recae en la inmigración legal e ilegal proveniente desde los diferentes países en América Latina, y a los nuevos nacimientos de origen hispano. La buena noticia es que según la encuesta nacional sobre latinos y religión realizada por el Pew Research Center, revela que en Estados Unidos viven hoy 26 millones de evangélicos hispanos. Ahora bien, sin el animo de cuestionar la veracidad de estas cifras, y la conversión de tantos millones de hispanos, es importante recordar que las encuestas, y los números no necesariamente son concluyentes a la hora de determinar la efectividad del trabajo que han realizado las diferentes organizaciones eclesiásticas en pro de cumplir con la gran comisión. Recordemos las palabras de Pablo a Timoteo, “El Señor conoce a los suyos” 2 Timoteo 2:19 NVI Así que la eficacia del trabajo que se ha realizado se demuestra a través de la diferencia que cada uno de los miembros de las congregaciones locales ya sean grandes, o pequeñas están ejerciendo actualmente en la sociedad.
De manera que el crecimiento de la población hispana inmigrante y el nacimiento de sus hijos en este país, justifica y manifiesta la necesidad de implementar estrategias efectivas para la plantación de iglesias hispanas. Ahora bien, en teoría sabemos que la razón fundamental que mueve a una iglesia u organización eclesiástica a plantar una nueva iglesia recae en la necesidad de predicarle el evangelio a personas que no han tenido la oportunidad de escuchar las buenas nuevas de salvación, para luego hacer de ellos discípulos intencionales de Jesús, estableciendo una congregación local con el objetivo de impactar, y porque no transformar la comunidad donde ha sido establecida a través de un ministerio holístico. Las Escrituras dan evidencia de este principio por parte de los Apóstoles, “Después de anunciar las buenas nuevas en aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron a Listra, a Iconio y a Antioquía, fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe… En cada iglesia nombraron ancianos y, con oración y ayuno, los encomendaron al Señor, en quien habían creído. Hechos 14:21-23 NVI
La plantación de nuevas iglesias es la necesidad que surge a causa de la predicación del evangelio, y la conversión de nuevas almas para Cristo. Eso fue le que caracterizo el ministerio apostólico de Pablo, “En efecto, mi propósito ha sido predicar el evangelio donde Cristo no sea conocido, para no edificar sobre fundamento ajeno.” Romanos 15:20 NVI.
No es necesario realizar una investigación seria y profunda para darnos cuenta que hay congregaciones y ministerios que en lugar de ser el resultado de un programa eficaz de plantación de iglesias, mas bien han surgido como consecuencia de un reciclaje. Ósea que son ministerios donde la gran parte de sus miembros han salido de otras congregaciones. Aunque hay razones validas, y no validas para este tipo de situación, no podemos negar que es una realidad que a largo plazo tiene el potencial de afectar negativamente el avance del reino de los cielos. Algunas iglesias cuyos miembros han sido fluctuantes se han mantenido a flote a través de los años reciclando miembros de otras iglesias. No quiero estigmatizar el reciclaje, y mucho menos reprocharlo, ya que es una realidad imposible de evadir, por ejemplo los latinos especialmente los que no cuentan con la documentación legal en este país, algunas veces por situaciones ajenas a su voluntad y para poder sustentar a sus familias se ven en la obligación de movilizarse de un lugar a otro. También gran parte de los inmigrantes que vienen de América Latina hacia Estados Unidos son Cristianos Evangélicos en busca de nuevas oportunidades, y también de una familia en Cristo con las que ellos puedan identificarse. Así que nosotros los pastores por supuesto que tenemos la obligación de recibir a estos hermanos en Cristo para que sean parte de nuestras congregaciones. No obstante, también hay un reciclaje de creyentes que se origina en situaciones que no son saludables, es común observar pequeños grupos, iglesias que han surgido a causa de crisis ministeriales, y divisiones de otras iglesias. Evidentemente sabemos que una de las características fundamentales para plantar una iglesia es la salud de los miembros con los que se esta iniciando la nueva obra. Un grupo de personas heridas si no pasa por un proceso de sanidad no va a ser un cuerpo local saludable, y con el tiempo esto tiene el potencial de convertirse en una situación contraproducente. Por otro, lado no podemos negar que la obsesión por el crecimiento irremediablemente ha creado una competencia en la que algunas iglesias dependiendo de sus recursos, y ventajas han creado un producto de consumo. Hay un sin numero de consumidores que van de aquí para allá, tratando a la iglesia local como un restaurante que satisfaga sus necesidades, y cuando lo encuentran allí se quedan. No creo que ese tipo de reciclaje beneficie la obra de Dios aquí en la tierra.
Como dije anteriormente, el reciclaje es una realidad con la que los pastores tenemos que lidiar. Es importante que las organizaciones eclesiásticas y sus lideres entrenen a los pastores para que sepan como ayudar a las personas que vienen de otras congregaciones a realizar una transición saludable. El reciclaje y las transiciones que este conlleva tiene sus desafíos, y potencialmente puede atrasar o entorpecer la visión y agenda de las iglesias pequeñas. Por otro lado la iglesia en general no puede darse el lujo de que el reciclaje nos desenfoque de nuestra misión de cumplir la gran comisión. La esencia fundamental de la misión que tiene la iglesia no es el crecimiento, si no la predicación del evangelio en todas sus formas a las personas que no conocen a Cristo, para luego involucrarlos en un proceso de discipulado efectivo. El crecimiento va a ser el resultado natural de llevar a cabo una visión saludable.
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